Dicen que la auténtica belleza está en el interior, así que me he dispuesto a quitarle la vestimenta a ver lo que me encontraba. Y como era de esperar, no es oro todo lo que reluce (o sí). Después de retirar la puntura, me he encontrado bastante óxido (uno de sus peores enemigos), y como hay una gran diferencia entre un lavadito de cara y las cositas bien hechas, hoy me he dado una buena toba, pero los resultados estarán ahí, y si no, al tiempo.
Un bañito en salfumán y a darle a la lija
El barrilete
Un buen rato después
El chasis (no veas si tiene rincones)
Seguiremos informando...
8 comentarios:
Buena currada, cuando termines te pones con mi vespino, que aún lleva un retén pegado con loctite, jajajja.
Lo que haga falta, que ya también es casi un clásico.
Por cierto ¿Dónde andará el del Sega?. Con ese igual sí que me liaba...
Joder, y ¿eso lo puedes hacer también con la grasa de la cocina? Tendrás a la Esme contenta ;-)
Jorge, tienes toda la razón
Mirad Aquí
¡pero que ella ponga también enchufes, tuberías y pinte!
Jajaja, o si no, que no lo haga nadie. yo todavía no he puesto ni una lámpara y ya llevamos aquí la tira de años.
Yo aprovecho las visitas de mi padre para poner lámparas, interiores de armario y demás, eso sí, las jupas de pintar me las he pegado yo solito...
Si, si, que ponga enchufes, que pinte, que alguna vez vaya al banco, que lleve a cambiar el aceite al coche, que pase la ITV y llegado el caso, que sea Presidenta de la Comunidad....
jajajajaja
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