Y como una casa de pueblo sin perro no es casa, y mis padres andaban escasos de compañía desde el lunes, mi hermana y yo reaccionamos rápidamente y tras un viaje relámpago que hice ayer (no estuve en Soria ni una hora), les hemos regalado una nueva perra, de la misma raza aunque esta vez de pelo corto, a la que han bautizado como Loba. Parece que tiene más carácter que Kim, y ya se ha apropiado de su caseta y todo....

