Me salió una ventana advirtiéndome de que mi ordenador estaba infectado y, como buen samaritano, se me puso a hacer un chequeo del disco.

¡Muy profesional! Pero la próxima vez, asegúrate de que lo que estás escaneando no es un Linux, chaval.
Es como si un sordo haciendo playback no se da cuenta de que se le han acabado las pilas al cassette.
Aviso a navegantes (con windows): No os fiéis ni de vuestro padre.