El caso es que jugando con Andrea y Hugo en la nieve recordé cuando nevaba en Soria y ¡leche! íbamos al colegio andando por la nieve, daba igual que hubiese 20 ó 30 cm, ibas al colegio. Y en el recreo, salíamos al patio de los escolapios y nos saltábamos la verja para irnos a la dehesa; al llegar empezaba la ¡guerra!. También recuerdo que tras la media hora de desfase, volvías a clase y las horas siguientes no eran divertidas, con la calefa de los curas a medio gas para no gastar y media clase con los pies y las perneras chorreando. Lo cojonudo es que no recuerdo haber tenido ni un mal moco, ni mucho menos una pulmonía. (La amenaza de las abuelas ¡chaval, qué te vas a pillar una pulmonía!).
Lo que traspasó mi cortex cerebral para hacer el flashback, fueron las caras de Andrea y Hugo desvariando en la nieve, congelados, tiritando pero sin poder parar de jugar.